Al fondo del mueble yace
un blanco oscuro acechante,
una sombra que me llama
y mi anhelo le gusta marcar
Soy una títere en sus manos,
una cautivo de su encanto,
una adicta a su dulce engaño,
viviendo en un mundo abandonado
Un rayo de sol me toca,
acaricia mi piel por un rato,
mas su brillo es engaño,
frente al medicamento recetado
Es un abrazo seductor
que me envuelve en su calor,
y me lleva a un mundo
de delirio y compasión
La quetiapina es mi medicina,
un oscuro camino hacia mi calma,
me sumerge en una triste neblina,
me atrapa en su no-alma
A pesar de todo, no puedo negar,
que sin ella, estaría perdida,
en un mundo de angustia y pesar,
de caos y miedo sin pensar
Pero sé que es una ilusión,
un sueño producto del cansancio,
y debo despertar
antes de mi sueño alcanzar
Ahora soy solo un recuerdo
en la mente de quienes amé,
una sombra del pasado
que nunca volverá a ver.
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